Octubre: El Chocolate

Hola a tod@s!

Soy Carolina del blog  “De paseo en la cocina” y voy a acompañaros como anfitriona en el Recetario Mañoso de este mes de Octubre.

Desde aquí agradecer a todo el equipo del Mañoso la confianza depositada y en especial a Pilar que ha sido mi mentora en esta andadura y me ha ayudado durante todo el camino!. 

Cuando se me propuso participar como anfitriona me encantó la idea pues soy “Mañosa” y no os podéis imaginar la ilusión que me ha hecho el ofrecimiento, así que aquí estoy, dispuesta a dar lo mejor de mí!

Como podéis ver el ingrediente elegido para este mes es el Chocolate, sí, sí el chocolate!!! Alguno dirá… pero en Aragón? Pues sí, en Aragón.

En origen el chocolate era un producto consumido por los indígenas mexicanos en ciertas ceremonias rituales, se asociaba a un manjar digno de dioses y la composición original distaba mucho de la que hoy en día se conoce, de hecho y a modo de curiosidad os diré que... cuando se les ofreció por primera vez a los Conquistadores Españoles les pareció una bebida excesivamente fuerte por lo que no le dieron demasiada importancia.

La historia cuenta que el primer europeo en conocer el chocolate, fue nada más y nada menos que el conquistador español Cristóbal Colón, el cual parece que tampoco le dio demasiado bombo a este nuevo alimento de amargo sabor y que sería Cortés quien, tras ser obsequiado   con varias plantaciones de cacao en su estancia en México, vería las posibilidades de este nuevo alimento y de hecho tantas posibilidades le debió de ver que lo utilizó como moneda para pagar a sus soldados así como alimento para la conquista del Nuevo Mundo. Precisamente, gracias a su viaje de América a España es como el chocolate entra en Aragón.

También se dice, se comenta, que fue un monje cisterciense que acompaño a Cortés a México, Fray Jerónimo de Aguilar, quien se trajo la receta, allá por el año 1534, hasta el Monasterio de Piedra en Zaragoza y  que de ahí se extendió por España hasta ir difundiéndose por el resto de Europa.

Con ello se explicaría la gran tradición chocolatera de la orden Cisterciense, pues no solo se habrían encargado de traer la receta a Aragón sino que además la extendieron. En Aragón existe una amplia presencia de esta orden lo que nos ha dejado hermosos recuerdos como por ejemplo los Monasterios de Piedra, Veruela, Rueda y Fonclara, visita indiscutible para cualquier enamorado del Arte, de hecho tan fuerte era la presencia del Chocolate en la vida de esta orden que en algunos de sus Monasterios existe una pequeña estancia, sobre los claustros, llamada chocolatería, dónde cocinaban y degustaban el chocolate, alimento indispensable en su dieta ya que les aportaba las calorías necesarias  para soportar sus ayunos y así tener la energía  suficiente para poder trabajar.

El chocolate en España durante años se consideró un alimento reservado a las clases más pudientes, estando gravado incluso su comercio, de modo que solo las clases más adineradas tenían acceso a él, tendrían que pasar muchos años hasta que se convirtiera en un alimento tan popular que incluso llego a controlarse su ingesta por las autoridades. Sin embargo y a pesar de la gran tradición chocolatera existente en Aragón, y por ende en España, tuvieron que ser empresas europeas quienes dieran el paso definitivo al exportar el chocolate a otros países y establecer fábricas en ultramar. 

A pesar de esto Aragón gozó siempre de gran reputación en la elaboración de chocolate, sobre todo como cantera de grandes artesanos confiteros que hacían auténticas maravillas del chocolate elaborando, para quién podía pagarlo, exquisitos deleites para el paladar.

Esta tradición chocolatera se encuentra todavía a día de hoy firmemente arraigada en nuestra tierra , prueba de ello son las empresas chocolateras que existen o han existido hasta hace poco en Aragón como son Federico Figueras, Chocolates Orús, Zorraquino, Mutualidad Mercantil, Lacasa, Hermanos Puente de Sos del Rey Católico, Chocolates Muñoz en la plaza del torico de Teruel, chocolates Francisco Brecó Solé, Chocolates Acín o Simeón Aznar, la mayoría empresas familiares en la que el trabajo del chocolate ha pasado de una generación a otra, todas ellas, sin duda, testigos de una tradición que ha perdurado hasta nuestros días.

Mucho ha llovido desde la receta original que llegó a Aragón por primera vez, actualmente el proceso de elaboración del chocolate puede resumirse en varios pasos: se inicia con el tostado del cacao y se pasa a su descascarillado. Posteriormente se produce el aventado, se muele el cacao y el polvo obtenido se mezcla con harina de arroz, canela Ceilán y azúcar.

La pasta obtenida se vierte en moldes para formar las tabletas que deberán someterse a un proceso de vibración para que expulsen las burbujas y el aire y de ahí a nuestra mesa.

Pero… ¿qué tendrá el chocolate que gusta a niños y no tan niños? despierta nuestros sentidos y nos quita las penas en un momento!  No lo sé, pero tenemos todo el mes para descubrirlo junt@s!! Desde aquí os animo a participar en el ingrediente Mañoso de este mes y a descubrir las delicias del chocolate en nuestra cocina!

Como ya sabéis tenéis que preparar una receta que incluya como ingrediente principal el chocolate y publicarla en vuestro blog, en la publicación tenéis que incluir también un enlace a la entrada del Recetario Mañoso de este mes y finalmente dejar un comentario en este post con el enlace a la receta de vuestro blog.

Tenéis de plazo desde hoy, 18 de septiembre, hasta el 10 de octubre. El día 12 pondremos todas las recetas en el blog, y os facilitaremos, como siempre, el e-book.

Aquí os esperamos a tod@s. Un besazo y  ¡Animaros a participar!.